Un español que ha vivido muchos años en Estados Unidos, cuenta Rocen (Nuestra lengua en ambos mundos, Salvat, 1971), citado por la UPEL(2001:23- decide viajar a México, cansado de luchar con un idioma que se le resiste más de lo que él quisiera. Pero ¡hay!, la lengua que creía común pronto va a levantar más de una barrera entre él y sus interlocutores. Para empezar, el autobús es aquí el camión (y en Puerto Rico, guagua, como en Cuba o las Canarias); y el taxi, para su sorpresa, el ruletero. Cuando pretende limpiarse los zapatos, el bolero le responde que los "bolea en un santiamén". Se echa a andar calle, adelanté y sus ojos no dan crédito a lo que leen: "Se renta (se alquila)" por doquier; abundan establecimiento cuyos rótulos- loncherías, rosticerías, misceláneas, tlapaterías..-le confunden; y un cartel-"Prohibido a los materialistas estacionar en lo absoluto":lo deja atónito hasta que logra enterarse que los materialistas son los camiones que acarrean materiales de construcción. Entra en un bar para tomar un refrigerio y se sorprende de las variedades de "ricas botanas" (las tapas del día, que los argentinos llaman ingredientes y pasapalos los venezolanos) que le ofrecen.
Al igual pregunta por un amigo, y le dicen; "le va muy mal. Se ha llenado de drogas (deudas)". Los titulares de la prensa le resultan incomprensibles: "Sedicentes actuario (funcionario público)comete un atraco", "Después de balaceados (tiroteados) los llevaron presos"; "Resuelto el rapto de ...Acuerdo entre los padres y los plagiarios (raptores)"; " Entre los occisos existían amasiato (concubinato)"; y para colmo, este otro: "Diez mil litros de pulque decomisados a unos toreros" (el toreo es una destilería clandestina, y el torero, el que vive de la destilación o de su venta clandestina). ¡Y qué pensar de las cuatro pronunciaciones de la x! Para terminar, en la comida de despedida que le dieron unos amigos, y cuando aún no se había repuesto del ofrecimiento de un chabacano (albaricoque), se le ocurrió decirle a una joven: "Señorita, usted tiene cara de vasca". ¡Mejor se hubiera callado! La basca es el vómito...¡Naturalmente, ella se puso en pie, y se fue ofendida! Y nuestro turista no pudo por menos de celebrar su regreso a casa. Pero, vasco que era ¿no le pasaría otro tanto en Madrid o en Sevilla, al igual que en Caracas, Buenos Aires o Bogotá....?